Durante el gobierno de Napoleón III, París
adquirió su imagen moderna. El Emperador concedió una gran importancia a
las obras públicas que proporcionaban trabajo y ocupación a un gran
número de ciudadanos. Este propósito se unió al deseo de convertir la ciudad de París en el núcleo representativo de la nación, a la vez que centro político-administrativo.
Parte decisiva de que este Plan se llevase a cabo fue la figura del Barón Haussmann, Prefecto del Sena, dotado de la energía, ambición y ganas de vencer las dificultades necesarias para tamaña empresa.
La necesidad del Plan de París
era evidente ante la situación de hacinamiento y degradación sanitaria
en que vivían los barrios más antiguos debido al exceso de habitantes.
Las nuevas leyes de expropiación de 1850 facilitaron el disponer de
terrenos degradados con objeto de incluirlos en el área del Plan.
Los objetivos fundamentales del Plan Haussmann fueron:
• Realización de una gran cruz norte-sur, este-oeste, que se cruza en la Plaza Chatelet.
• Otras grandes cruces en plazas relevantes circulares o rectangulares como Ètoile, Opera, Madeleine, o Alma,
en las cuales se utiliza un monumento o edificio como punto focal. La
superficie de estas plazas está de acuerdo con el número de vías que
confluían en ellas.
• Numerosos derribos dentro del casco histórico, sobre todo en la Isla Cité y Les Halles,
para abrir grandes avenidas por las que las tropas se puedan mover con
facilidad y puedan controlar cualquier sublevación acabando con la
posibilidad de que puedan volver a repetirse las barricadas populares.
El
Plan se complementó con la mejora de los sistemas sanitarios, como
alcantarillado y aprovisionamiento de aguas, la iluminación de gas, la
apertura de nuevos parques públicos y la remodelación de los antiguos,
como el Bois de Boulogne, o el Bois de Vincennes.
Las estaciones de ferrocarril se unieron con bulevares para facilitar la rápida circulación de personas y mercancías.
Estéticamente,
en las nuevas avenidas se construyeron bloques de viviendas de gran
uniformidad y en las calles se plantaron numerosos árboles.
El modelo urbanístico de París fue copiado por otras ciudades europeas en su afán por renovarse y sanearse.
Imagen: Tus destinos favoritos
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